Enciendo el ordenador, como cada mañana de lunes a viernes, unos 20 minutos más tarde de lo que, bajo firma, debería, y entre 15 ó 30 minutos antes de que la mitad de mis acompañantes de escena hagan su aparición. A pesar de todo o aun con todo, me da como resultado una o dos horas de anticipo a lo que sería honestamente necesario. Hay días que 3 ó 4 ó más.
El ordenador también se toma su debido tiempo en arrancar mientras aprovecho para prepararme mi primer café del día, rebuscar medialunas despreciadas por otros o visitar la tienda de la esquina en busca de mi bolsa de turno de galletas de arroz.
Empiezo a sospechar que las pastillas en ayunas que me estoy tomando tal vez no hagan todo el efecto que han prometido por culpa de mi pronta ingesta de galletas de arroz. Debería decir a causa, la culpa me la pido yo.
Si pasa como esta mañana, en la que vuelvo a mi sitio una vez completada la coreografía y el ordenador no ha arrancado aún, podría jurar que se me acortan las encías y se me afilan los dientes. Sé que las máquinas no puntúan en la categoría de animales irracionales, pero yo siento como si todavía me debiese la patita y con esta sensación me sumerjo en mi primera tarea del día: elpais.com y elmundo.es
A 21 de enero me encuentro con el desayuno en letras del letrista del abortado himno español, Paulino Cubero. Pienso que la letra no sé, pero que desde luego la historia sí que es sintomática de la nación en la que tuve la suerte de nacer. Porque sí, no me parece un motivo de orgullo, pero es que soy tan fascista, tan azul, tan retrograda, injusta, egoísta y estrechita de miras que defiendo que una suerte me ha sido sin duda. Pienso que hay palabras que en castellano parecen producir calambres y que aprovecharía el cabreo multiplicado por el de todas las mañanas de coreografía a destiempo por pedir a gritos el escarmiento en plazas públicas de más de un tertuliano de esos programas radiofónicos en los que parece que ningún ordenador se enciende sin dar problemas. Se me ocurre que los ripios podrían ser a los españoles lo que el chamullo a los argentinos y que no en vano nos gusta tanto el fútbol. Y por supuesto, pienso también en la envidia, en los bienintencionados de tres al cuarto y en lo mucho que nos gusta encontrar culpables para todo.
Pues sabéis qué, que la culpa la tengo yo.
El ordenador también se toma su debido tiempo en arrancar mientras aprovecho para prepararme mi primer café del día, rebuscar medialunas despreciadas por otros o visitar la tienda de la esquina en busca de mi bolsa de turno de galletas de arroz.
Empiezo a sospechar que las pastillas en ayunas que me estoy tomando tal vez no hagan todo el efecto que han prometido por culpa de mi pronta ingesta de galletas de arroz. Debería decir a causa, la culpa me la pido yo.
Si pasa como esta mañana, en la que vuelvo a mi sitio una vez completada la coreografía y el ordenador no ha arrancado aún, podría jurar que se me acortan las encías y se me afilan los dientes. Sé que las máquinas no puntúan en la categoría de animales irracionales, pero yo siento como si todavía me debiese la patita y con esta sensación me sumerjo en mi primera tarea del día: elpais.com y elmundo.es
A 21 de enero me encuentro con el desayuno en letras del letrista del abortado himno español, Paulino Cubero. Pienso que la letra no sé, pero que desde luego la historia sí que es sintomática de la nación en la que tuve la suerte de nacer. Porque sí, no me parece un motivo de orgullo, pero es que soy tan fascista, tan azul, tan retrograda, injusta, egoísta y estrechita de miras que defiendo que una suerte me ha sido sin duda. Pienso que hay palabras que en castellano parecen producir calambres y que aprovecharía el cabreo multiplicado por el de todas las mañanas de coreografía a destiempo por pedir a gritos el escarmiento en plazas públicas de más de un tertuliano de esos programas radiofónicos en los que parece que ningún ordenador se enciende sin dar problemas. Se me ocurre que los ripios podrían ser a los españoles lo que el chamullo a los argentinos y que no en vano nos gusta tanto el fútbol. Y por supuesto, pienso también en la envidia, en los bienintencionados de tres al cuarto y en lo mucho que nos gusta encontrar culpables para todo.
Pues sabéis qué, que la culpa la tengo yo.
16 comentarios:
Y también yo.
Una pregunta de incultura general... qu'e son los ripios?(en la RAE no aparece). Por cierto, la culpa no fue del cha-cha-ch'a?!
Vicente! qué buena sorpresa y qué gran apoyo. En tu línea.
Carmen, yo sí lo he encontrado:
4. m. Palabra o frase inútil o superflua que se emplea viciosamente con el solo objeto de completar el verso, o de darle la consonancia o asonancia requerida.
5. m. En cualquier clase de discursos o escritos, o en la conversación familiar, conjunto de palabras inútiles o con que se expresan cosas vanas o insustanciales.
Con respecto al cha cha chá, tiene razón. No sé cómo pude olvidarlo, ahora me siento mucho mejor.
El otro día me quedé con las ganas de hacer un juego que proponías, así que como no me gusta quedarme con ganas de nada... ahí va:
*Escoge una banda/grupo/cantante.
*Responde SÓLO con títulos de sus canciones.
LA CABRA MECANICA
1 ~ ¿Eres hombre o mujer?: La novia del marinero
2 ~ Descríbete: Ni jaulas ni peceras
3 ~ ¿Qué sienten las personas acerca de ti?: A veces un cielo / Antihéroe
4~ ¿Cómo describirías tu anterior relación sentimental?: Que te follen.
5~ Describe tu actual relación: Hablar por hablar
6 ~ ¿Dónde querrías estar ahora?: Hotel Lichis
7 ~ ¿Cómo eres respecto al amor?: Cómo Penélope en la estación del AVE
8 ~ ¿Cómo es tu vida?: Mi única riqueza
9 ~ ¿Qué pedirías si tuvieras un solo deseo?: Felicidad
1O~ Una frase sabia: Shalala
Paulino dixit: "¿Qué quieren que ponga? ¡Si es un himno para la selección!". Le doy toda la razón. Que me expliquen de qué forma podría un himno evitar ser tildado de "rancio, cursi o facha".Tarea difícil, ¿no?
Mi post de hoy es una cagada gigante, me averguenzo de escribir cosas dignas solamente de la peor de la clase de tercero de primaria.Pero no he podido con la presión de saber que tengo un blog que soy incapaz de escribir. Todavia no estoy preparada para esto, pero es un nuevo reto.
No se porque no me ha dado por la lectura.
Publica el coment porque a lo mejor da publicidad de mi terrible blog y voy mejorando solamente porque se que el número de lectores aumenta y no quieren perder su tiempo leyendo bazofia.
Ten también la culpa de que mi escritura,que apira a ser decente algun día, mejore.
Quiero ser como tú
Dios,que triste que me guste más este coment que mi nueva entrada.
Te quiero
Shalala María. Dices bien y haces muy bien.
La verdad que no se me ocurre Raky, ¿y si lo cantamos todos en euskera? Seguro que menos cursi sí que suena.
Larson, como tú has venido a hablar de tu blog al mío, yo he ido al tuyo a hablar del tuyo.
Tú no necesitas apoyo, eres demasiado valiente para eso.
Besos princesa.
Me encanta empezar las mañanas así, con tranquilidad, encender el ordenador, e ir a por el café, en mi caso té.... :D
Respecto al himno, yo casi lo prefiero sin letra.. Después de ver el resultado, casi es mejor sin letra...
Feliz día!
Sí que los necesito Vicente, y mucho. Pero no creo que eso me haga menos valiente ;) Gracias por verme así.
Anita, a mí todavía me gusta más empezar la mañana con alguien que te desee un feliz día. La verdad es que no he leído ni escuchado la letra del himno y entiendo que dejarlo como está, con su musiquita, sea una opción más que válida. Me refiero a no mezclar hostias con palabras y a buscar culpables donde no los hay. Bueno, supongo que me explico. A mí el que me da pena en todo esto es Paulino. No lo puedo evitar.
Feliz día para ti también.
El problema viene a ser que a algunos el dichoso himno les hace daño en el hígado como dolor reflejo de una lesión enraizada en la memoria histórica. Luego están los nostálgicos del chunta, o de la blanquecina anatomía del caudillo. A Arantxa Sánchez Vicario, sin embargo, le da igual, porque es lo que tiene cuando tributas en Andorra, que todo te parece muy chistoso.Y en medio de todo, el pobre e incauto Paulino, sumido en una tarea que se me antoja tan improbable como encontrar a alguien de la escuela pública en Locar (y con esto ya firmo):poner de acuerdo a todos. Pero (¡ay, Paulino!) sin el gracejo de Rosa de España ni el desdén por lo mundano de Fernando Alonso...¿qué querías?Por lo menos con la tontería conociste a Ana Rosa Quintana, vete a casa, pon música y piensa que más se perdió en Cuba.
Todo esto en un país en el que no es que nunca llueva a gusto de todos, es que, últimamente, no llueve.
Jajajajaja, si te consuela yo también soy, como yo digo, "de conciencia puta". Y mi madre me dice..."bueno hija, mientras no seas de vocación puta..." (que yo creo que también un poco y que además es mejor, jajajaja) Besos!
Lo siento pero si te conocen en Lócar no estás en condiciones de firmar como anónima. Además, querida Popocatepelt-Pachá, si yo fuese la autora de tus silencios y tus ocurrentes apariciones, vaya si dejaría claro quien soy. Pero en fin, tú eres tú y yo soy yo y a pesar de ello no veo el día de volver a regalarnos unas navidades, como toca, sin despedida.
Decía mi primo sobre un himno una frase muy elocuente que se puede aplicar a casi todos: "Este himno está escrito a dos manos: una en el corazón, y la otra en los cojones"
PopoPachá, ando tan empanada que se me pasó desapercibido tu inimitable estilo, y tuvo que aclararme Trocotró tu identidad.
Hechas las aclaraciones sólo me queda agradeceros que me acompañéis en la culpa. Ya me pesa menos la conciencia.
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