viernes, 22 de febrero de 2008

Pensamientos de viernes con resaca en el trabajo

Un e-mail de “Apuestas deportivas”, mira tú, igual entro, participo y me forro. Con todo lo que me prometen. Si me forrase podría vivir como Christina Aguilera, contándole al mundo lo encantada que estoy pasando las horas junto a la cuna, con mi vientre plano y mis grandes pechos después de tener a mi primer hijo. Con 27. Como debe de ser. Que ya decían anoche mis tres amigas doctoras que, biológicamente, la edad más beneficiosa (menos dañina) para poner el cuerpo a parir ya se nos ha pasado. Son los 24. Y es que eso de tener hijos a los 35, sobre todo en plan primerizas, es una canallada que le hacemos al cuerpo en esta vida tan moderna que llevamos. Es que está eso de perder la libertad que nos importa mucho. Lo de los compromisos, ya sabéis. Es que sin niños nos sentimos muy libres. Bueno, se sienten, yo la verdad es que no lo siento. Tampoco es que sea una esclava pero tengo más condicionantes internos de los que me gustaría. Y eso que viajo. Y me muevo. Y observo. Y conozco a mucha gente muy distinta. Y estoy atenta. Demasiado, va a ser eso. Y no tengo unos padres castrantes, ni represores, ni aguafiestas, ni autoritarios que me digan por donde tengo que ir o que me hayan hecho chantaje emocional para que deje de hacer lo que se me cruza por la cabeza aunque eso implique poner un océano entre nosotros. Nada, no puedo culparles. Igual va a ser eso también. No sé qué hacer con tanta libertad y con tanto deber de valerme por mí misma y tener que ser feliz. Yo es que además noto, y me preocupa tengo que decirlo, que cada vez más, me siento feliz cuando estoy sola. Cuando estoy sola soy quien me gusta ser. Cuando estoy sola y cuando estoy con mi familia o con esas personas con las que puedo compartir mis conductas solitarias. Eso me encanta. Cuando estoy con gente me cansa sentir que debo explicaciones. Aunque nadie me las pida, yo siento que tengo que darlas porque siempre tengo mis razones pero a menudo pienso que si no las explico dejo crecer los muros. Me siento incomprendida. Eso me viene de mi padre, que es una personalidad muy particular y por eso dice frases como éstas que ahora yo repito. Será que también somos unos egocéntricos. Unos egocéntricos autoaislados. Ya ves tú. No creo que sea muy inteligente. Es infantil. Y eso que esta mañana me acabo de enterar de que mis amigos y “amigos” me consideran de sus smartest friends, y así, qué honor, sin comerlo ni beberlo ni hacer méritos ni tan siquiera saberlo, tengo una cantidad considerable de puntos que me certifican como una tía lista a estas horas en las que yo me siento incluso más tonta que cansada. Qué torpe. Estoy segura que desde afuera es fácil. A veces yo consigo verlo así, verlo de verdad. Sentirlo. Entonces es muy muy fácil. Es blanco y en botella. Como hacer click. Para empezar, sólo tengo que cerrar el libro de golpe y empezar otro de cero. Reestructurar unas cuantas prioridades y quedarme con lo que me valga. Sin embargo, yo me aferro a lo que tengo. Será que hay párrafos que me compensan y 2 ó 3 personajes que no quiero dejar atrás por nada del mundo. Qué dices, con lo que me costó crearlos. Buf, normal que esté cansada.

Esa que ya no sabe trasnochar los jueves.

4 comentarios:

carmen vigil dijo...

¡Cómo me encanta cuando puedo estar una hora en silencio sin sentirme obligada a forzar una conversación!
¿Será que todos llevamos un ermitaño dentro?

celemin dijo...

Para estar resacosa le das muchas vueltas a algunas cosas.

Tranquila que la vida ya gira por si sola, sin no nosotros le demos impulsos....

Esaque dijo...

Hola Carmen: no sé si todos tenemos dentro un ermitaño, todos supongo que no pero la mayoría creo que sí. Sin duda, yo, sí. Yo sé que estoy a gusto con una persona cuando puedo compartir el silencio sin sentir tensión.

Qué tal Celemin? Yo es que por lo general prefiero que tengan que frenarme a que tengan que empujarme. De todas formas hoy es martes y ya no estoy resacosa.

Anónimo dijo...

Me gustan las personas que no se sienten obligadas a llenar los silencios con palabras estúpidas...por eso de que si lo que vas a decir no es mejor que el silencio, es mejor no decir nada. No se respeta el silencio...

Y yo más que un ermitaño... llevo una expedición completa! jajajaja, Un beso fuerte

Buzzear (ES)