
Eseque vuelve de comprar tabaco mientras Esaque pide el desayuno a la camarera.
Sentados, uno frente al otro, se disponen a leer los periódicos.
Esaque: Estoy contenta. Hicimos muy bien viniendo.
Eseque: Sí hicimos muy bien, cosita. Rosario vale la pena.
Esaque: Ya, y V. y su novia son tan agradables. Yo cada vez que V. abre la boca me descojono.
Eseque (con sonrisa burlona): Menos cuando habláis de Sánchez Dragó.
Esaque (forzando el semblante digno): Bueno claro, es que ese es un asunto muy serio.
La camarera se acerca con el desayuno. Apoya la bandeja sobre la mesa y mientras Eseque la ayuda a apartar los periódicos y colocar los cafés, los zumos, el agua y las tostadas, Esaque responde al teléfono.
Esaque: ¿Sí?
FJ: Hola princesa.
Esaque: Hola papá, ¿qué tal?
FJ: Bien, aquí currando un poco, ¿tú qué tal?
Esaque: Bien, desayunando aquí con Eseque. Estamos en Rosario, que vinimos a ver a V.
FJ: Ah muy bien, mándale un saludo de mi parte. ¿Lo tenemos enamoradísimo no? Este se nos queda en Argentina a vivir.
Esaque: No veas. Oye papá, ¿dónde estás?
FJ: Sigo en México, esta noche vuelvo España.
Esaque: ¿A Asturias?
FJ: No, a Málaga. Bueno aprovecho y hago noche en Madrid y así ceno con tu hermana y al día siguiente me cojo el AVE a Antequera que hay mucho trabajo esperando.
Esaque: Vale, es que ya sabes que me hago un lío y no tenía muy claro si seguías en DF o ya habías vuelto aquí. Bueno allí. A España vaya.
FJ: No no, esta noche preciosa. Ahora estoy en Valle aprovechando hasta el último minuto. A DF sólo voy a coger el avión.
Esaque: Bueno ¿y qué tal te lo has pasado? ¿Cómo has visto aquello y cómo está la gente?
FJ: Fenomenal. Está todo muy bien. Por aquí te mandan muchos recuerdos, me preguntan mucho por vosotras, tienen muchas ganas de veros.
Esaque: Y nosotras a ellos. Qué ganas de ir. Vamos, que has disfrutado el viaje como se merece.
FJ: Sí sí, como un enano. Lo único, una noticia un poco regular que me han dado.
Esaque: ¿Qué pasa papá?
FJ: Nada, que tengo enfisema.
Esaque: …
FJ: Así que nada, te lo digo ya porque no quiero que fuméis ni un cigarrillo más.
Esaque: Pero…eso… ¿eso qué quiere decir?
FJ: Nada, quiere decir que la vida siempre pasa factura y que, o dejo de fumar y me cuido un poco, o en dos días ando cargando con bombona de oxígeno.
Esaque (con la mirada fija sobre la cajetilla que hay en la mesa): …
FJ: Eso me ha dicho el médico. Como mi padre vaya, sólo que él por minero y yo por vividor.
Esaque: Es que no sé qué decir. Muy bien no suena pero es que…no, no sé nada papá. Explícamelo mejor.
(Anotación mental: Nunca en mi vida había hecho una lista de tantas palabras a evadir).
FJ: Bueno nada. En verdad si me cuido, hago algo de deporte y esas cosas, no pasa nada. Estamos a tiempo de hacerlo reversible
Esaque: (¿reversible?) ...
FJ: Pero no fuméis, ¿vale?
Esaque: ¿Has hablado con Lara?
FJ: No, lo haré ahora cuando la vea.
Esaque: Ya…
FJ: Bueno y también voy a ampliar el hotel. Hay que hacerlo. Sí sí, esto va muy bien, tiene que crecer.
Esaque: ¿Sí?, ¿qué tal el hotelito?
FJ: Muy bien, está estupendo. Bueno preciosa, te mando un beso que tengo cosas que hacer por aquí.
Esaque: Vale papá, otro para ti.
FJ: Te quiero.
Esaque: Y yo a ti.
FJ: Cuídate, ¿vale?
Esaque: Y tú papá.
Cafetería. Interior. Día. Mucho frío.