viernes, 28 de marzo de 2008

Piñau-Piñau

Aquí estamos Verlaine. Recordándote hoy, 112 años después de tu muerte. Porque eras uraño, irascible, complicado, irritable, temperamental, bohemio y alcohólico desde joven. Cómo olvidarte.

Casado, con un hijo y escritor de peso en los círculos parisinos hasta que en 1871 recibes una de las cartas más memorables de la historia de la literatura y la más terrible para ti. Qué te contaría Rimbaud que consiguió sus propósitos de conocerte y además se instalo en tu casa, te enamoró y fuisteis amantes. Qué te contaría, uy, también tu esposa. Yo no quiero que las formas de mi imaginación se puedan ver distorsionadas por DiCaprio, por eso no veo vuestra peli. Por eso, aceptaría el pago de meses de miedos nocturnos a cambio de invocar a tu espíritu para que venga a relatármelo. ¿Cuál será tu código postal hoy?

Desde el principio el joven Arthur y tú no hicisteis más que escandalizar y llamar la atención con sabe dios qué numeritos, hasta que en Bélgica (¿qué iríais a buscar a Bélgica?) protagonizaste un lamentable episodio de violencia machista en pleno siglo XIX. En Bruselas, te recuerdo Verlaine, que le pegaste un tiro en la vía pública a Rimbaud. Serás pringao. Al parecer te pusiste un poco celoso de más. Seguro que tus razones tendrías porque el chaval era un indeseable. Pero hombre Paul, que tú eras un ilustrado y el niñato ese te puso de patitas en la cárcel.

Me cuentan las malas lenguas que eras muy débil, demasiado, que dependías más del insolente Rimbaud que él de ti, y que al salir de la cárcel intentaste convertirte al catolicismo. Sin éxito, claro. Un clásico esto entre muchos de vosotros, por cierto.

Acabaste tus días solo y con el mundo dándote la espalda. Al menos puedes decir, si te sirve de consuelo, que Rimbaud murió antes que tú, a los 37, y que hoy en día lo recordamos gracias a ti. No sé si te gustará saberlo o te producirá más rabia si cabe. Pero así fue y, palabra, que seguirá siendo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este Salsa Rosa mezclado con Negro sobre Blanco es un formato que no tardarán en quitarte de tus talentosas manos preciosa.

Con la ventaja añadida de que te evitas denuncias y agentes. Por suerte, Groucho Marx lo dejó todo cubierto cuando dijo: "Que le den el 10% de mis cenizas a mi agente".

Esaque dijo...

Y también dijo: “Si quisiera un centavo rompería la hucha de mi hijo -si tuviera un hijo-.“ Y no es una indirecta, que ya hemos visto cómo pueden salir. Si es que salen.

Buzzear (ES)