martes, 8 de abril de 2008

El día que mi mesa voló


Pues eso, se fue y no volvió más.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que salió siguiendo al cenicero que partió un par de días antes.

Esaque dijo...

Ya, no sé cómo no lo vimos venir.

Carmen, QK, Carmencita, Carmela, Soli, Mela, "a menina"... depende! dijo...

JJAJAJA!no jodas! será x el ritmo de vida q llevas últimamente, q no le hacías ni caso, se fue a x tabaco (siguiendo al cenicero), y no volvió... fuera de coñas, cuidadin, cuidadin, a ver si a alguien q pase x debajo no le hace tanta gracia comprobar q las mesas no vuelan ni planean.

Error dijo...

¿Pero hubo testigos? ¿Sabéis en qué momento salió volando? Que igual alguien la vió desde otra terraza y se encaprichó. O igual resulta que ya hacía días que no estaba, pero la fuerza de la costumbre hizo que para vosotros siguiera estando allí, que a veces el árbol no te deja ver si algo se mueve en el bosque.

Esaque dijo...

Será por el ritmo de vida que llevo, que yo solita di pie a los vientos huracanados.

No Carmen, que yo sepa no hubo testigos presenciales -no al menos manifiestos-, y de otro tipo, aún lo ignoro.

Buenos días!

carmen vigil dijo...

A veces las mesas se van para no volver... es parte de su vida nómada supongo!(que se lo digan a las mesas de terraza, esa especie inquieta donde las haya)
Hay plaga de cármenes en tu blog!No piensas tomar medidas?

Anónimo dijo...

Y dime una cosa....¿las sillas se quedaron? Es que son esas cosas que nuncca lograré entender del viento.... Se lleva marquesinas de autobús que pesan 80 kilos y ¿yo no vuelo?... se lleva la mesa y ¿se quedan las sillas?...

Mi no comprender...

Esaque dijo...

Y que se lo digan a las mesas de terraza de un quinto piso. Esas seguro que no vuelve, y mejor que no lo hagan. Las pocas veces que suena el timbre de casa temo que sea un fulano con la mesa incrustada en el cogote.
Sí, pienso quedarme sólo con una, con la mejor. Todo tipo de sobornos y peloteos son bienvenidos.

Las sillas se quedaron agazapadas en la esquina de la terraza junto a la horterada de El David a escala que ahora no tiene pies.

Anónimo dijo...

Noooo, era una Venus de Milo y ahora ha quedado mucho más fiel.

Esaque dijo...

Está claro que tú has estado más pendiente de sus pechos que yo. Es mejor que una Venus de Milo. No puede salir corriendo, aunque no descarto que algún día también le dé por volar.

Buzzear (ES)