sábado, 5 de abril de 2008

La hora de Paola

Hubo una época en que ni yo misma creería que despertarme a las 5 de la mañana sería posible si no fuese como hecho aislado y ante circunstancias tan excepcionales como coger un avión. No sé si lo que me impulsa a hacerlo ahora puede ser una de esas circunstancias, creo que no, pero desde luego, a mí cosas así no me pasan todos los días.

Yo no sabía que aún tenía esta capacidad latente y solía rememorar, como hecho inaudito e irrepetible, los años de vida en los que azotar el despertador antes de las 6:30 a.m. era pan mío de cada lunes a cada viernes. La gente se esforzaba en imaginarlo y yo tenía que tirar de anuario mental de los recuerdos para creérmelo también. Años de carrera con una media de 4-5 horas de luz diaria certifican el carácter extraordinario de la afirmación.

Ahora que el sol ilumina los colores pastel de mi indumentaria una media a la medida del común de los mortales, y me refiero a los años vampíricos con el tono añorante de los tiempos que no volverán, el mundo ha dado tantas vueltas para mí que me he vuelto a cruzar con las 5 de la mañana en la esquina del madrugón. Quién diría, nosotras frecuentando estos husos.

Zumo de naranja en el cuerpo colado con 2 tenedores cruzados, secador y chándal en la mochila, mochila al hombro y macho alfa cubriéndome las espaldas, me dispongo a salir de casa en la oscuridad de la mañanísima. Cuando llego a la emisora de radio la sintonía está a punto de empezar y es hora de ponerse las pilas. Yo tardo un poco más que los demás, que hoy están más audaces que el martes, y avanzo a trompicones. Cuento que Charly García ha sido arrestado por golpear con su guitarra a dos actores colombianos. Una hora más tarde relato en noticia de última hora que ha salido de comisaría mientras observo las escenas en la pantalla del televisor sin volumen que hay en la pecera, y me aventuro a deducir lo que sea al tiempo que recuerdo lo que Sabina contaba en su libro sobre el divo delincuente, eso de que él se hace llamar “el John Lennon del subdesarrollo”. Olé sus huevos. Trato de imaginar la reacción de los contertulios y las llamadas de ofensa si se me ocurriera a mí abrir la boca para recordarlo. A mí, la gallega en suelo Argentino. En su lugar me callo y cuando abro la boca para tocar “temas sensibles” digo que hay que ver, que qué barbaridad lo de estas chicas, que los pederastas recorriendo España a sus anchas y las modelos argentinas 11 meses en prisión por 16 kilos de nada y sin vida.

Termina el programa, desayuno en la cafetería de la emisora con mis 5 compañeros que se despejan criticando al resto de profesionales de las cadenas competidoras y que, hoy por hoy, y es probable que mañana también, ganan en audiencia. A estas horas el turno le toca a uno que, según cuentan, llora y habla de amor todo el día, que tiene una página web con la que le toman el pelo, y yo sólo me dedico a observar la situación con la boca bien sellada y ahorrándome el gesto de rechazo hasta donde mi capacidad me permite. El jefazo del programa en el que colaboro, ciclotímico como es, me mira y me aclara, visto que me interesa mucho lo que se cuece en el desayuno de víboras, que el “chavón” tiene el cuerpo cilíndrico desde la cabeza hasta los pies. Ni siquiera me molesto en forzar una sonrisa que me habría costado más que voltear un camión. El colegio hace muchos años que quedó atrás. A Dios gracias.

Antes de que me termine el café con leche, el segundo menos interesado de la mesa saca su portátil y me empieza a enseñar fotos de Madrid y a contarme anécdotas como si yo nunca hubiese estado allí. Me gusta el gesto, me da ternura, y agradezco que dé pie a que los demás cambien de tema. Terminamos hablando de ese fenómeno social que es el mate, y yo, en un esfuerzo de integración, les hablo de mis vacaciones de Semana Santa en Uruguay. Ahí la gente va por la calle paseando con el mate y hasta encuentras algunas casas que tienen en las fachadas carteles que dicen “Hay agua caliente”. Para las emergencias de mate, concluyo con ánimo de simpatizar. El ciclotímico salta a la deriva: mirá gallega, no me digas nada que sho en Madrid, al lado del Palacio Real leí un cartel que decía “Se vende marihuana al por mayor. Me callo y, en efecto, no digo nada (no con palabras) mientras me apunto la anotación mental: es el tercer chiste “gallego” que me haces en lo que va de mañana, a la próxima –puestos a tirar de tópicos- te salto con toda la furia española.

Si hay algo que me molesta es el “complejo de colonizador” ¿Vosotros alguna vez habéis escuchado en un programa de tele o de radio que alguien se dirija a un argentino o un latinoamericano y le espete algo parecido a “claro, es que ustedes los del mundo subdesarrollado…”? No, ¿no? No ha lugar. Pues para mí lo mismo, no me gusta, ni tolero que, en un lugar al que vengo a ganarme la vida como los demás, y a integrarme, me tomen de estandarte o de saco de boxeo de lo que hicieron mis antepasados o compatriotas en el presente o en el pasado. Faltaría más, bastante tengo con asumir lo que hago con mi cuerpo (serrano, por supuesto) y con mi incontinencia verbal.


Salgo de la emisora, voy a Pilates, me ducho y de camino a la agencia, bien despejada con el pelo empapado, trazo el recorrido mental que me lleva a pararle los pies al jefe con contundencia y diplomacia. O eso creo. A mí desde luego me suena bien, él recibe el mensaje y reacciona como es de esperar. Como yo espero. Lo que me gusta de todo esto es que en los 15 minutos que tardo en caminar del gimnasio a la agencia voy atando cabos, una idea me lleva a otra que me gusta más y más y cada vez más hasta que dejo de pensar y avanzo mientras me inunda una sensación de determinación que hace tanto que no siento en lo laboral que ya hasta había olvidado que existía. Guío mis pasos, no es más, no es poco.


Abro la puerta del trabajo, entro, beso a cada uno de mis compañeros de área, mientras me inclino para encender el ordenador juro que me desmayo. Son las 10 y veinte y yo siento que cinco años se han resuelto en cinco horas, cinco horas que van de las 5 a las 10 de la mañana. No deja de ser agotador. Momento crucial para el segundo cafetazo.

Pasa la mañana, me llaman mis padres.

Papá: ¿Cómo va esa radio? ¿Te gusta?

Esaque: Sí, sí que me gusta, me gusta mucho aunque ahora mismo estoy agotada.

Papá: Hombre normal. ¿Pero qué tal, te pones nerviosa?

Esaque: No, la verdad que no, esto de sentirme atípica será que me da confianza.

Papá: Y los jefes ¿qué tal, te gustan?
Esaque: No, los jefes no.

Papá: Puf, te paso a tu madre…


Llega la hora de la comida ¿comer?, ¿qué vulgaridad es esa? No no no, yo me voy a un examen. Taxi, Universidad, Áreas de la Psicología, un 7. Se ve que me salió mal porque la profesora le explicó a la compi que esperó hasta que nos dieran las notas que una de las 4 preguntas la tenía mal de arriba a abajo. Normal, es que como se presentó por libre esos apuntes no los tenía. Ya ves, qué bien me debieron de salir las otras 3 respuestas, no me quiero ni imaginar el resto de exámenes cómo serían. Total, que ya me puedo matricular, que he aprobado el curso de ambientación (10, 9, 7…decreciendo que es gerundio). Vuelvo a ser universitaria, ¡qué emoción!

Taxi de vuelta al curro. Cabos cabos cabos, mira tú, quién me iba a decir a mí que esto sería posible: turno de noche, adultez, psicología en Argentina (que será como relojero en Suiza), privada, en pesos, me la puedo permitir, 17 plantas de instalaciones molonas, ambiente amable y comprensivo, horario laboral que me lo haga compatible…ya veis, estoy que no duermo. Y es viernes, y vuelve a haber carne y nos hemos pegado un homenajazo aquí, en Puerto Madero, cenando en la terraza con vistas al encantador Río de la Plata.

El cuerpo pide tregua y la cabeza se me revoluciona, las dioptrías van en aumento y me duele el esternón. Aunque es un placer compartir la primera noche del fin de semana con todos vosotros, intentaré llevarme al sobre.


*La hora de Paola es el original nombre que algunas amigas le daban a ese hipotético programa que un día sería mío en los tiempos en los que hacía prácticas en Radio Nacional de España. Ha pasado demasiado del título hasta aquí y desde entonces hasta hoy y, como podéis ver, esto ha cobrado vida propia. Otra cosa que se me pasó en el programa de la mañana fue una canción de Charles Aznavour que iba a poner a cuento de que actuará el 3 de mayo en el Grand Rex y las entradas acaban de salir a la venta. Esta vez, no quiero que se me pase. Para vosotros, por guapos.



14 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días a 6 horas de distancia. Mis altavoces escupen con rabia el acento particular de Aznavour en este sábado lánguido en París. Gracias por donarme un pequeño momento bohème.

À plus

carmen vigil dijo...

Doble felicitación por esa oportunidad en la radio y nueva carrera a la vista!

Conozco la sensación que describes de sentirte "colonizadora",no en ese contexto exactamente pero sí en otro similar.Al mal tiempo buena cara, bastante amargo es despertarte a las 5!

Esaque dijo...

Hola Óscar, así que en la France? No sabía que estabas por aquí, me alegra. Espero que así siga y que este espacio sea capaz de regalarte más momentos parecidos.
Buenas noches con 6 horas de distancia.

Buenas noches para ti también, Carmen, en verdad no era mi intención que sonase amargo. No lo es, yo también creo que son oportunidades y eso siempre ilusiona. Un besín

e2 dijo...

ESO!!!
Felicitaciones!!
ahora no te podran cuestionar en absoluto.. .vas a poder decir que eres Psicologa-Periodista-Espanola-Mejicana-Italiana-Argentina...Humanista...etc etc.

JA!

DO IT!

tienes por ahi radio on line.. para escucharte algun dia.. cuelga algun archivo!

e2

e2 dijo...

porfavor mira este desastre..no me puedo parar de reir...
http://www.fayerwayer.com/2008/04/lluvia-datacenter-subterraneo-pesadilla-nerd/

Carmen, QK, Carmencita, Carmela, Soli, Mela, "a menina"... depende! dijo...

Me agoto sólo de leerlo... quiero pensar q estoy guardando fuerzas xa cuando tenga q luchar contra la colonización de 1.300 millones de habitantes de este planeta q se me queda cada día más pequeño desde q me doy cuenta de q lo compartimos con ellos. En mi línea, y xa no variar: ¿xa cuándo la edición del programa en internet?!
Un besin, y muchas fuerzas xa el programa invernal q tienes x delante.

Diego dijo...

¡Paola! Y ese programa tuyo, ¿no se podrá escuchar por internet?

¿Cuántas horas tiene tu día? Qué lección para los incompletos propensos a zánganos...

Tienes todo el derecho a quejarte de tus compañeros, pero yo cada día lo tengo más claro: tú solita eres la nueva fuerza colonizadora del Cono Sur en pleno. Metrópolis y colonia todo en una. Y claro, se van dando cuenta...

Chao. Me voy a seguir esperando a quien me diga emmène-moi. ¡Un beso!

Anónimo dijo...

Madre mía, ¿un argentino con complejo de colonizado? Eso quiero verlo.
En todo el nuevo continente, si un país tiene que cerrar la boca respecto a colonizados, ese es Argentina, la eterna engreída.
Y una cosa: ninguno de mis antepasados llegaron a Argentina a nada, siguen en España desde hace siglos. En cambio, todos, absolutamente todos los argentinos descienden de colonizadores.
¿Desconocimiento, hipocresía o balones fuera?
Esaque, tienes toda mi solidaridad.

Anónimo dijo...

simplemente te puedo decir que cada dia eres mas completa...no me imagino a la mamota paolita con ese ritmo de vida...
pero seguro que el cansancio al final del camino resulta gratificante.
Muchiiisima suerte pequeña,tengo ganas de verte en tu nueva vida...
te quierooo

Lluc Alemany dijo...

Paola, sinceramente no me puedo hacer a la idea de cómo es tu día.
Te recuerdo durmiendo hasta las mil en Roma y en Madrid y pensar en todo lo que haces, me cansa. Radio, pilates, trabajo, carrera... La verdad, creo que eso es muy buena señal y hasta me das un poco de envidia. Porque yo, cuando estoy bien mentalmente, también soy de hacer mil cosas.
Eso sí, en esta etapa mía de colonizadora en Colombia, no soy capaz de hacer nada de nada.
Un beso grande

Esaque dijo...

Buenos días a todos.

e2, muchas gracias por los ánimos y por la felicitación y por todos esos galones que me cuelgas, pero esto no ha hecho más que empezar así que a ver en qué queda. Y no te preocupes, que espero que me sigan cuestionando por ésta u otras vías.

Carmela, el programa se puede escuchar por internet pero dejaré pasar el tiempo de prueba para daros el link. Lo siento, hay que madurar y eso lleva un proceso. Creo que me da seguridad pensar que ningún conocido me escucha, así la audiencia es una masa gris con orejas enormes y boca sellada. Yo también me agoto si lo pienso demasiado, pero los cuidados de Eseque y tu llamada de ayer me hinchan bastante. Gracias.

Diego, Diego, Diego, hay que ver qué cosas me dices. Creo que me sobrevaloras un poco. Sólo un poco. Mi día tiene unas 4 horas más que antes, las mismas que le faltan al sueño.

Gladius, majo, ¿tú de verdad me aprecias? Aunque no sean mucho de comentar, me consta que hay amables argentinos que me honran con su lectura. Bien, a ellos les cedo este espacio si es que tienen algo que deseen aclarar. Yo por mi parte sólo quiero la hermandad entre los pueblos, la paz en el mundo y la mezcla en la sangre en aras de una raza universal que se deje de banderas y de topicazos. ¿Ein? Para llorar, lo sé. Jajajaja

Larita, espero aguantar hasta que puedas verlo. Yo también te quiero.

Error dijo...

Y yo, que si un día tengo más de dos cosas que hacer me lo tengo que apuntar en un papelín, que por supuesto ya he perdido antes de hacer la primera.
Pero muy bien la pluri-ocupación, ¿para cuándo corte y confección?

Esaque dijo...

Lluc, no hay misterio. También me acostaba a las mil, cuando los pájaros cantaban y ahora mismo no logro hacer eso ni los sabadetes (todo tiene su ying-yang).
Un besito, anímate con ese café tan rico que tienen por ahí y a tan buen precio oye.

Querida Error, es que mirar compulsivamente las listas del MIR es lo que tiene. Creo que antes me pongo con el dedito a hacer clic, no vaya a ser que me corte.

Anónimo dijo...

Que semana tan agotadora!! es asi todos los dias?? todos los dias, radio, pilates, trabaj y clases???...buff, y pensar que yo sólo con la oposición voy que me caig por las esquinas!!...que envidia tanta vitalidad!!

En fin, pronto serás una Psicologa Argentina, lo que más bien es una redundancia....pero estoy segura de que lo disfrutarás a muerte, como haces con todo. Y además creo que será una experiencia inolvidable, estoy segura! Yo misma pagaría por ir a clases de Psicología en Argentina! Muchiiiisimos animos. Un beso fuerte

Buzzear (ES)